"A la mágica y poderosa creación"


jueves, 4 de abril de 2013

Las islas tristes

Cuentan las cartas geográficas de los antiguos navegantes que estas islas del Atlántico Sur gozaban de un microclima que las hacía únicas en su región. Eran islas de paz y tranquilidad donde predominaban los días soleados.

Pero un día fueron despojadas de su libertad, fueron capturadas por buques ingleses y a partir de ese día ya no se registraron días de calma porque las islas enloquecieron.

El sol dejó de asomar y empezaron a predominar los días nublados, el clima se tornó helado, los vientos del oeste comenzaron a soplar con fuerza como queriendo devolver a los usurpadores a sus tierras de origen, los árboles se deterioraron, el mar embraveció en incansables intentos por acercar las tierras al continente sudamericano, las lluvias se hicieron constantes por casi todo el año y los días desde entonces fueron días tristes porque las islas lloran desconsoladamente. Y mientras luchan piden a Dios que las ayude y les devuelva la libertad.