"A la mágica y poderosa creación"


sábado, 18 de agosto de 2012

Relato de mis viajes por el espacio

Lo bueno de cada nuevo viaje es descubrir como el aprendizaje crece a niveles inesperados. Es una experiencia fugaz en cuanto a tiempo pero intensa en conocimiento, que drena como si hubiéramos experimentado varios años de vida. Y eso es lo que diferencia a un viaje que hacemos todos los días de uno nuevo donde descubrimos nuevos horizontes, nuevas energías que nos permiten resucitar y ver a las cosas como realmente son.


Capitulo 1: el viaje
Imaginemos que por un instante gente de la NASA nos ofrece subirnos a una nave y nos invita a recorrer la galaxia. No se asuste que no será necesario realizar cursos, chequeos médicos, ingerir pastillas especiales ni calzarse el tan incómodo traje de astronauta; el viaje no requiere preparación más que su imaginación. ¿Está listo? Bueno subamos a la nave que está por despegar.
Hay una cosa que olvidé decirle, yo no voy a viajar con usted, lo hará solo y yo lo haré en otra nave al mismo tiempo aunque no creo que tengamos contacto en todo el viaje, ni siquiera visual porque vaya a saber uno en que parte del espacio quedará suspendido cuando la nave se detenga, es tan grande la dimensión que la probabilidad de encontrarnos es ínfima. Solo le pido que observe con atención todo lo que vaya viviendo.

Ahora sí, apretamos el botón y poco a poco comenzamos a alejarnos de la Tierra. Lentamente todo va quedando atrás, nuestra casa, nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestro gigante río, todo, haciéndose cada vez más pequeño. El país que se va convirtiendo en un continente, el continente que se va dibujando en el inmenso mar, el mar que va dando paso a otros continentes que las nubes van cubriendo, y nosotros que nos vamos apartando en el silencio y la oscuridad hasta que logramos visualizar la Tierra como si fuera una pelota de fútbol.

Alcance a divisarla y deténgase ahí. Ahí sin amigos, sin nuestro programa favorito, sin el último modelo de teléfono, sin absolutamente nada. Estamos solos en el espacio, solo con nosotros mismos, para observar la Tierra detenidamente.
Mírela, tómese unos minutos para contemplarla. Es muy probable que increíblemente no experimente miedo en esta nueva experiencia, hasta seguramente se quiera quedar un rato más allá, quizás porque pareciera no existir la dimensión del tiempo, quizás porque el silencio y la soledad son tan grandes como asombrantes, quizás… no lo sé.
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Capitulo 2: mi papel de espectador
Al verla desde allá, suspendido en el cosmos, la veo llena de colores y de vida. La veo más nítida de lo que se la ve personalmente cuando estamos dentro.

La veo y me cuesta observarla con las divisiones que nos enseñaron desde chico, me cuesta ver las diferentes naciones, las diferentes religiones, la lucha por el poder y la posesión… de allá la paz se ve tan perfecta que realmente me cuesta horrores contemplarla con todos los tipos de divisiones que hemos establecido como sociedad.

Y siento que llevo, al igual que todos, una única nacionalidad, la del Planeta Tierra. La veo tan clara que me preguntó por qué todavía no conformamos esa humanidad única. Y me cuesta entenderlo porque desde acá la veo como es, pero allá abajo es diferente, es tan distinto, tiene tantas divisiones que en definitiva a mí también me limitan, a soñar con algo que desde acá arriba se ve tan real. 

A soñar con una armonía perfecta entre culturas y religiones. Con ingleses conviviendo en suelo argento, iraníes caminando por el central park, chilenos y bolivianos compartiendo sus tierras, israelíes y palestinos viviendo juntos. Donde viajar no requiera de visas ni de otros permisos especiales, como si fuéramos un único país en todo el mundo. Un único país solidario y humilde, donde sus hospitales y escuelas atiendan y eduquen en forma gratuita a seres de cualquier parte del mundo.

Sé que es difícil llevarlo a cabo cuando hay sociedades que aún no están preparadas para ello pero es un anhelo que siento que algún día llegará y miraremos al fin a la Tierra como tal, tan real, tan integrada, tan transparente.

2 comentarios:

  1. Muy bueno Tavo, pensando en esto se me ocurrió que tal vez estamos bajo el ataque de extraterrestres, y ellos, superiores a nosotros se dieron cuenta de que la mejor y más eficiente manera de destruirnos como raza es haciéndonos pelear entre nosotros!

    Abrazo viejo, gracias por llevarme a la reflexión con tus escritos!

    Nicovi

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  2. Muy bueno Nico. Yo también me quedé reflexionando lo tuyo y creo que ninguna raza superior a la nuestra pensaría en destruirnos porque la mera destrucción sería una clara muestra de inferioridad. Lo único que las haría superiores a nosotros es el hecho de contar con mejores tecnologías.
    El de los extraterrestres es un tema que me gustaría desarrollar en alguno de mis escritos. Abrazo!

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